miércoles, 13 de agosto de 2008

2008 Regata Rías Baixas

2008/08/11 EL SAIOLA SE VINO ABAJO
Durante la mañana del lunes 11, todos mirábamos hacia la Ría de Vigo mirando a ver si aparecía el viento tal y como había dado el parte. Allí estaba y allí estuvo. Nos colocamos bien en la salida pero, pronto aparecieron los problemas; se comenzó a romper la escota de la mayor y se mordía sin dejar juego, luego fue al afine le pasó lo mismo, Edgar se desesperaba entre cazada y cazada pero el Saiola no perdía comba. Después se rompió la polea de la botavara, empezamos a derivar, Luigi puso una escota de fortuna para que los demás pudieran sujetar la vela, con otro cabo que también era de fortuna volvimos a la carga, habíamos perdido terreno pero queríamos volver a la lucha. Navegabamos muy pasados de trapo pero con cierta comodidad, parecía que los problemas se iban solucionando y volvíamos a tener ilusión al ver que remontabamos terreno hasta que... el Saiola se vino abajo, el palo dijo basta! y con tiempo para verlo fue bajando como si quisiera plegarse sin hacer ruido, sin molestar a nadie pero cansado de haber trabajado tanto tiempo. No hubo gritos, no hubo desconcierto, sólo la desilusión estaba presente. Nadie se hizo daño, el palo así lo quiso. Avisamos al comité de regatas de nuestra avería y dos barcos fueron a nuestro encuentro; al final el motovelero de la armada "Peregrina" nos dio remolque a Bouzas; estamos muy agradecidos a estos dos barcos que nos ayudaron en la maniobra de remolque a puerto, el motovelero dio toda una lección de remolque sereno durante el cual siempre reinó el buen hacer. Ya estamos en puerto y trabajando para volver. No sólo tenemos palabras de agradecimiento para quien nos remolcó, también muchas gracias a todos los que habéis llamado para preguntar por nosotros, por el Saiola. Volveremos para estar en el medio, para estar detrás, para estar delante, pero... volveremos!


2 comentarios:

Santi dijo...

Lo importante que nadie se hizo daño, me alegro que esteis todos bien!
Pronto a navegar otra vez.

Anónimo dijo...

También añadir Carlos, que tu templanza ante tan duro golpe ha sido ejemplar. En todo momento, el ambiente vivido en el barco justo un instante después de haberse poducido la rotura ha sido de total tranquilidad y todos hemos trabajado para que toda la jarcia llegase en su mejor estado a puerto. La serenidad y el buen saber hacer ha reinado...
Gracias Carlos.
Modesto; en todo momento también nos hemos acordado de ti, sabiendo que tu sufrimiento desde la distancia iba a ser duro, pero ya verás que en breve el Saiola volverá a poder izar su mayor.